A mitad de Junio, más tarde de lo que pensábamos, y tras 55 largas horas de contracciones y unas 5 horas de parto, nació nuestra niña, nuestro bebé, nuestro todo. Ella es, sin duda, la representación de nuestro amor, la representación de que los caminos a veces son difíciles pero que con persistencia, esperanza y lucha todo se puede. No ha sido fácil llegar hasta aquí y la lucha no ha terminado, pero ahora, cada vez que miramos a nuestra niña no paramos de sonreír y de sentirnos los más afortunados del mundo.
Con nuestra historia queremos animaros a luchar por vuestro amor, porque aunque nuestra vida no es nada fácil, merece la pena estar juntos. El amor puro y verdadero merece todos los sacrificios y luchas del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario