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martes, 19 de marzo de 2013

Mi gran boda turca. Episodio II: Cómo casarse sin morir en el intento pero perdiendo 5 kilos de golpe.

Continuación...



Tres días más tarde nos presentamos en el registro civil turco bien vestidos pero informales, sonrientes porque por fin nos casábamos, con nuestra traductora inglesa, nuestros dos testigos y con muchos nervios y emoción. Cuando llegamos vimos que estaba el juez, un hombre, por cierto, encantador, y un nuevo "personaje" que no habíamos visto antes. Esa persona, según parece, era una mandamás funcionaria que estaba a punto de jubilarse. Nosotros estábamos tranquilos porque ya tres personas nos habían dicho que estaba todo correcto, pero esa seguridad cambió cuando esta mujer, realmente desagradable, le arrancó los papeles a mi marido de la mano y con cara de asco comenzó a ojearlos. Empezó a decir que no con la cabeza y cuando terminó de verlos todos le dice a mi marido que uno de los documentos no es correcto y no podemos casarnos. Imaginad mi situación, yo sólo veía los gestos de desaprobación pero no sabía qué estaba pasando exactamente, cuál era el problema, ya que no hablo turco. Yo pensaba que era algo que había aportado mi marido, pero me quedé de piedra cuando vi que era un documento mío. ¡¡Después de tantas preguntas, de tantas comprobaciones, nos dice que no!!. Jamás en mi vida he visto esa cara de decepción y desesperanza en mi marido. Ver cómo le suplicaba a esa mujer me rompía el corazón. Yo empecé a llorar de estrés, de cansancio, y sobre todo de impotencia. No me lo podía creer. La tres mujeres que nos dijeron que todo estaba bien hacía unos días tenían cara entre sorpresa y vergüenza. Esa mujer no tenía corazón. Yo entiendo que hay una ley para cumplirla, pero es que todo lo que aportamos estaba en la lista, no faltaba nada. Ella estaba erre que erre que uno de los documentos no era exactamente cómo se pedía. Mi marido le dijo que ese era el documento que daban en España, que a cuantos españoles con turcos había casado ella para decir si era correcto o no (ella lo comparaba con un documento inglés). Después de mucho llanto y mucha súplica se metió en su despacho y nos cerró la puerta en las narices sin más explicación. En varias ocasiones a lo margo de mi vida me han hecho sentir cual mierda pura, y esa fue una de ellas. Hay mucha gente insensible y mal educada en el mundo pero ella se llevaba el premio del año. Mi marido se enfureció y se enfrentó a las tres mujeres que nos dieron el visto bueno. No sabían dónde meterse. Nos decían que la última palabra la tenía ella porque tenía más experiencia que ella y no se podía hacer nada, que lo sentían muchísimo. Todo aquello no aliviaba, por mucho que lo intentasen. Quisimos hablar con el juez directamente pero la tipa aquella no se separaba de él para nada y las funcionarias nos dijeron que ya no podíamos hacer nada. Mi marido les dijo que cómo iba a volverme a España después de todo el esfuerzo, todo el sufrimiento, con las manos vacías. Al final, cuando me vieron a mí llorar a moco tendido, con incluso hipo, nos dijeron que entrásemos y cerraron la puerta del despacho con llave. Le comentaron a mi marido que había una probabilidad de arreglarlo pero que era complicada. Se trataba de ir a hablar con una mujer muy poderosa del gobierno, tan poderosa que era superior a la mujer desagradable e incluso el juez, y ver si ella estaba de acuerdo con los documentos que aportábamos. Las tres mujeres pensaban de corazón que todo estaba correcto y que la mujer desagradable quería dar por saco, pero ellas no eran nadie para convencerla, que era su jefa y además con fama de vengativa. En definitiva, le tenían un miedo atroz.

Ni cortos ni perezosos fuimos en busca de aquella mujer tan poderosa que trabajaba en otro edificio perteneciente al registro civil, donde se hacen los nüfus (el DNI turco). El no ya lo teníamos, asi que íbamos como zombies. Yo creo que estábamos tan desesperados y en shock que no nos dimos cuenta de lo importante que era aquella mujer. Por suerte, o porque Dios/Allah quiso, estaba en su despacho en aquel momento y, tras pedir permiso, dispuesta a recibirnos. Cuando entramos inmediatamente intuimos el poder tan grande que tenía. Tendría unos 50 años, quizás menos, bien arreglada, se le veía culta, preparada y seria, pero con una sonrisa amable. Todo el mundo le hablaba como si fuera la reina, entre respeto y peloteo. Nos hizo sentar y mi marido le explicó lo que nos había pasado. Ella no dejaba de mirarme con cara de lástima porque yo estaba llorando otra vez, y nos pidió todos los papeles. Estuvo mirándolos uno a uno poniendo cara de extrañeza, pero no de desaprobación. Estuvieron hablando un buen rato y de repente mi marido se levantó y me dijo que nos íbamos. Yo no sabía que había pasado pero por la cara de satisfacción de él y la sonrisa contenida de aquella mujer intuía que había esperanza. Yo le di las gracias aún sin estar segura de si había hecho algo en nuestro favor o no, pero el simple hecho de habernos recibido sin cita previa y querer escucharnos merecía un gracias. Ya fuera mi marido me explicó que había dicho que todos los papeles estaban correctos y que no entendía porqué la otra había dicho que no eran correctos. Incluso le comentó que en el fondo no le extrañaba porque la mandamás estúpida ya le había hecho varias jugarretas a otras personas sin razón. Nos prometió que la llamaría directamente y hablaría con ella esa misma tarde, que lo solucionaría todo. Teníamos que volver al día siguiente para hablar con ella otra vez y confirmar que estaba todo arreglado. Nos quedamos más tranquilos, pero no confiados del todo, no sabíamos cómo terminaría la historia. Yo al final, derrotada, le decía a mi turco que tal vez el destino, o alguna fuerza divina, nos intentaba decir que no debíamos casarnos. Menos mal que mi marido sólo se rió y me dijo: "Anda, vamos a comer y tomarnos un buen trozo de tarta de postre" (es que hay unas tartas en Turquía que quitan todos los males, ya os hablaré de ellas otro día). Evidentemente tuve que llamar al consulado español y contarle todo lo que había pasado. No se creían todo lo que estábamos sufriendo. Nos animaron y nos dieron nueva fecha, ¡una vez más!.

Al día siguiente por la mañana él fue sólo a hablar con la mujer poderosa (yo estaba hecha polvo de no haber dormido por la noche y no parecía que fuese necesario que yo me presentase). Mi chico vino a la hora súper contento diciéndome que se había solucionado todo, que la mujer poderosa le había echado una bronca a la otra y que nos esperaban en el registro civil de matrimonios al día siguiente a la 1:30 de la tarde.

Y así fue, por fin nos pudimos casar. En el lugar no había rastro de la mandamás estúpida, cosa que agradecí bastante. El juez amable como siempre. La traductora inglesa encantadora nos dijo que se había quedado muy mal anímicamente cuando vio lo que nos había hecho aquella mujer sin escrúpulos y que se alegraba muchísimo de que todo hubiese terminado bien.

Tras casarnos nos fuimos con nuestros dos testigos (amigos de mi chico) a un bar cerca del mar, a ponernos hasta arriba de mezes y cervecitas (yo no soy de beber, pero aquel día lo necesitaba).

Por fin estábamos casados...pero la aventura no había acabado porque aún teníamos que entregar el libro de familia turco en el consulado y que no nos pusiesen trabas para darnos el libro de familia español, que no tenía porqué, pero nosotros ya íbamos desconfiados, ya sabéis el refrán: Gato escaldado, de agua fría huye...Y no sólo eso, aún faltaba solicitar el visado de reagrupación familiar para que mi marido pudiese entrar en España conmigo.
Esa historia ya la conocéis, y el que no la puede leer en esta entrada que os dejo aquí:
http://eldiariodelasrtamadsen.blogspot.com.es/2011/08/vuelta-espana-ya-casados-peticion-de.html

Espero que esta historia os haga entender todo lo que una pareja hispano turca debe sufrir para estar juntos, pero que no os produzca desánimo, porque ya veis que luchando todo se consigue. Mucha suerte.

12 comentarios:

Cristina A. dijo...

¿Para cuándo el próximo episodio? Siempre espero impaciente tu próximo post!

Ginnie dijo...

A ver cuando me inspiro...es que a veces me da la sensación de que nadie lee mis entradas...y eso me desanima un poquito...¡pero ya veo que tú me lees y que te gustan!. Así que en cuanto tenga un ratito escribo alguna cosilla entretenida, aunque sea sólo para tus ojos.

Gracias por el comentario, guapísima. Besotes.

Frigya - Eskisehir dijo...

Madre mia! Vivo en Estambul con mi novia turca, y en futuro pensamos casarnos, pero visto lo visto, va a ser un dolor (como todo tramite en este pais...) Me alegro de que al final saliera todo bien.

Ginnie dijo...

Hola Frigya!,

No te desanimes, aunque parezca complicado todo es cuestión de organizarse y tener muchas ganas. Teneis una ventaja y es que vivis en Estambul y podeis acercaros al registro civil, consulado, etc. cada vez que querais sin salir de la ciudad. Respecto a tus papeles...hay muchas cosas que se pueden hacer a través de Internet, otras a través del consulado y si tienes familiares en España te pueden echar una mano. asi que lo dicho, si estáis convencidos...valor y al toro!.

Un abrazo muy fuerte y suerte!.

Jordi dijo...

Hola, he llegado a tu blog de casualidad y me ha parecido súper interesante. Soy Español y mi novia es turca y estamos interesados en casarnos pero no tenemos mucha idea de como hacerlo, y después de leer tus entradas... me he quedado a cuadros, pensé que sería más sencillo. En fín, como ganas no nos faltan haremos lo que haga falta. Ya veremos lo que nos cuesta, pero como dicen, contra más difícil es conseguir algo, más valor tiene cuando lo consigues.

En breve llegaré a Ankara a pasar otros 3 meses con ella, mi idea es apuntarme a un curso de turco nada más llegar para no estar todo el día en casa (ella trabaja), y con mucha suerte en dos meses mirar de conseguir un trabajo. Espero conseguirlo.
A ti gracias por escribir estas entradas! Me has ayudado mucho a ver las cosas de forma más realista.

Ginnie dijo...

Hola Jordi,
Me alegro te hayas topado con mi blog y te esté orientando.

No te voy a mentir y el proceso, tal como tú has visto, es largo, a veces complicado y agotador, pero yo también tengo la idea de que las cosas buenas de verdad cuestan conseguirlas. No os desaniméis, si otros lo hemos hecho vosotros también, es cuestión de organización y algo de buena suerte.

Me alegro vayas a Ankara y te apuntes a algún curso de turco, es un plan excelente. Respecto al trabajo, te aconsejo que vayas con ilusión pero sin olvidar que en dos o tres meses el nivel de turco que puedes adquirir no es muy alto y trabajar allí, como le he explicado a otros lectores del blog, sin turco medio fluido, aunque hables 5 idiomas más, impide bastante conseguir trabajo, pero oye!, nunca se sabe!!, por intentarlo que no quede.

¡Mucha suerte y ánimo!. Un abrazo muy fuerte.

Unknown dijo...

Hola !! vaya, pues yo me estoy desanimando…… una cosa, os casasteis en Turquia, y luego os vinisteis a España…. y mi pregunta es, si mi novio viene a España y dentro de los 3 meses que puede estar aquí, nos casamos,.. en que situación se queda el ?? ya puede residir en España o como va todo ? He preguntado en la embajada por medio de email y la verdad es que no me dicen casi ni a donde me tengo que dirigir…. puedes ayudarme algo ? gracias.

Ginnie dijo...

Hola Leire,
Ante todo, siento ni haber escrito antes pero he estado tan liada que no he mirado el blog.
Escúchame, no te desanimes, es complicado pero no imposible. Yo lo hice sin ayuda ni apoyo alguno, así que tú con algunos de los consejos que doy en mi blog ya llevas mucha más ventaja que yo.
Casarse en Turquía es la opción menos complicada y más rápida pero si sigues pensando en casaros en España no te dirijas a la embajada porque ellos no pueden ayudarte ya que se encargan de ayudarte si te casas en Turquía pero para información sobre matrimonio con un extranjero en España debes ir al registro civil de tu localidad y preguntar allí. En cada registro civil hay un equipo dedicado sólo a eso y seguro estarán encantados de resolver tus dudas. Apunta todas tus preguntas en un papel para que no se te olviden cuando empiecen a darte información y ánimo!.
Todas las parejas hispano-turcas que conozco (5 en total) se casaron en Turquía como mi marido y yo, así que tampoco puedo preguntarles a ellos.
Lo dicho, de cabeza al registro civil ¡y al toro!.
¡Suerte!.

Unknown dijo...

Hola Ginnie! Me gusta mucho como escribes y como cuentas las cosas, ademas que consigues que se identifiquen contigo al leerte... Me gustaría saber como empezó todo con tu marido, como oa conocisteis y como decidisteis que merecia la pena enfrentarse a esto. Podrías contarnoslo por favor? Un beso

Ginnie dijo...

¡Hola Peshuga de Pavo (me encanta tu nick)!.
Tomo nota de tu sugerencia y estoy deseando escribir acerca de ese tema, el problema es encontrar tiempo pero tarde o temprano lo haré.
¡Muchos besitos y gracias por leerme!.

Unknown dijo...

Buenos días Ginnie!! Soy la persona más feliz del planeta tierra al haber encontrado tu blog. Tengo 27 años al igual que mi novio turco al que conocí hace un año en Marruecos en Casablanca. Nos conocimos no hace ni un año allí, los dos como expatriados, él en un pequeñito pueblo llamado El-Yadida y yo en Casablanca, él ingeniero y yo diseñadora de moda... Vidas totalmente opuestas pero que se cruzan en un preciso instante. Las circunstancias nos han llevado(en tan poquito tiempo) a estar compartiendo techo ahora en Casablanca y empezar una convivencia juntos.Ya en lo que llevamos de un añito nos hemos visto como los protagonistas de varias de las entradas que tu compartes en tu blog. Es por esta razón que anoche ya desesperada me puse a buscar ayuda externa en internet de alguien experimentad@ en "cómo predestinarse a complicarse la vida por amor" jajajaja y así di contigo y este maravilloso blog. Comenzaría con la CANCELACION de su VISA para entrar en España este verano ya con tooodas las reservas de hotel hechas, plan de viaje organizado, mi familia esperando feliz por vernos y conocerlo a él... En fin, pero como no hay mal que por bien no venga esto me llevó a pasar las mejores vacaciones que yo pueda recordar junto a él y su familia por la costa Turca. Como no quiero contar todo en mi primera aparición dejo aquí también una cuenta de email que usaré para resolver mis mil y una dudas, compartir experiencias e intercambiar impresiones. Email: bel_mmm@hotmail.com
Un saludo :)

Ginnie dijo...

Hola Belén, me alegro que te guste mi blog aunque desgraciadamente lo tenga casi totalmente abandonado. Ojalá te sirva de algo.
Lo has definido bien: es complicarse por amor, y he llegado a la conclusión de que a veces lo sencillo es mucho mejor, pero cada uno tiene un camino, un viaje por hacer y un mirar atrás que le haga pensar si mereció la pena o no.
Te deseo lo mejor de lo mejor con todo mi corazón.
Si no deseas compartir tu mail (no tengo muy claro si lo de compartir experiencias va dirigido a mí o a todo aquel que esté en tu situación) me lo dices lo antes posible para ocultar tu mensaje (no puedo eliminar sólo la parte del mail).
Un abrazo muy fuerte y ¡mucha suerte!.