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lunes, 18 de marzo de 2013

Mi gran boda turca. Episodio I: Comienzos con tropezones, como el yogurt (y otras cosas...).

Hace dos años y tres meses que me casé con mi turco, y aunque tenía un borrador sobre el tema nunca llegué a empezarlo, es un tema que me recuerda mucho sufrimiento. Pero hoy me siento con ganas de compartir esta experiencia, porque además os puede servir para haceros una idea de cómo va todo y estar más preparados. Así que...manos a la obra.

Mi marido y yo nos casamos a principios de Diciembre del 2010. Sabíamos que era una tarea difícil, no sólo por la gran cantidad de papeles que teníamos que entregar tanto él como yo, sino también porque en el registro civil turco de la ciudad donde vivía mi marido parecía que según que funcionario estuviese nos exigían unos papeles u otros, algo que yo no entendía en absoluto porque imaginaba que habría una lista oficial de los documentos a entregar (pero por lo que se ve no, y encima en cada registro civil turco piden diferentes cosas, increíble). Como queríamos estar juntos hicimos lo posible y lo imposible para tener todos los documentos, y alguno más "por si acaso", asi todo no nos fiábamos mucho de que nos exigiesen algo más en el último momento, como al final pasó.

En España tampoco fue un camino de rosas conseguir todo lo que me pedían como extranjera, a ver, tampoco era nada del otro mundo (podéis ver la lista en la entrada correspondiente) pero muchos problemas surgieron por nacer en una ciudad y terminar viviendo en otra a casi 700 kilómetros de distancia, ya que hay documentos que sólo se pueden pedir en tu ciudad natal (por suerte se pueden conseguir a través de Internet, carta o teléfono, ¡viva la tecnología!). Aún recuerdo el frío que pasé en la puerta de varios edificios gubernamentales españoles esperando un buen rato para que después me dijesen que allí no era donde tenía que pedirlos. Pero el sufrimiento fue más que mínimo comparado con la sensación de impotencia que sufrimos en Turquía. Por cierto, tengo que decir que los funcionarios españoles se portaron fenomenal conmigo, hasta me animaron cuando me encontraba en una callejón burocrático sin salida. Y tengo un agradecimiento especial a una funcionaria de Granada a la que tuve que llamar muchísimas veces para conseguir la apostilla de la Haya de mi certificado de nacimiento. No sólo fue amable y paciente, sino que me animó y hasta me hizo reír para que me relajase. No dudé en felicitarla y darle las gracias por su comportamiento, algo que le encantó y le hizo feliz, aunque fuese por un día, ¿qué menos podía hacer yo a cambio?.

Después de conseguir todo lo de la supuesta lista viajé a Turquía a finales de Noviembre, aún con la duda de si se me olvidaba algo o si podría haber hecho más. Tuve que hacer mil cambios en mi trabajo para contar con unos días libres además de los 15 días de permiso por matrimonio. Por suerte tengo un jefe encantador que me permitió coger el permiso sin poder concretarle el día exacto de la boda, ya que estaba todo en el aire.

Cuando llegué a Estambul hacía un frío bestial, pero por suerte no llovió ni nevó, hubiese sido el remate. Al día siguiente fuimos al consulado español y previa cita para hacer uno de esos papeles que llamamos "por si acaso", ya que no estaba claro si en el registro civil pedía eso u otra cosa. Me costó un riñón, y al final no nos sirvió para nada. Pero os digo algo, aunque me hubiesen dicho en el registro civil turco que ese papel no lo necesitaban yo lo hubiese pedido y pagado igual, porque cuando estás en esa situación haces lo que sea para que no te pillen por ningún lado y si tienes que hacer el pino con la nariz lo haces, y encima gustosamente. Cuando te han pasado tantas cosas te haces muy pero que muy desconfiado.
También fuimos a un edificio del gobierno turco, en la otra punta de la ciudad (menos mal que los taxis no son muy caros allí si sabes a donde vas y cómo guiarles para que no te timen), a pedir un papel (ahora no recuerdo qué era exactamente) y estuvimos casi 4 horas esperando. Cuando ya nos tocó y mi marido les explicó que documento necesitábamos, era como si les hablase en chino. Menos mal que por allí andaba la jefa suprema, le preguntaron y ella sí conocía ese documento. Qué mal rato.
Al día siguiente cogimos un avión para ir a la ciudad costera donde vivía (y había nacido) mi marido, a casi 600 km de distancia, descansamos de tanto ajetreo, y a la mañana siguiente comenzamos la aventura de la traducción de mis documentos. Aquello fue una odisea en toda regla ya que la traductora que necesitábamos se había ido fuera del país, sin decirnos nada y a pesar de que teníamos cita con ella desde hacía semanas. Menuda cara de idiotas se nos quedó. Y creedme, aunque la ciudad es muy turística, no deja de ser un pueblo grande y conseguir otro traductor turco-español fue una auténtica pesadilla. Al final se nos pasó el día volando y sin rastro de un traductor. ¿Consecuencia?: estrés por la orejas y el tiempo pasando. Ese día lo completamos haciéndonos una de las dos analíticas de sangre que teníamos que entregar para demostrar que no teníamos ni VIH, ni hepatitis B ni C.

Al día siguiente, tras una nueva analítica en otro centro (hay que hacersela en dos en lugares diferenres para comparar) y una larga búsqueda conseguimos un traductor, que hizo su trabajo a cambio de una buena suma de dinero, que pagamos con gusto porque no había otro remedio y estábamos fatal de tiempo. De nuevo se nos quedó cara de gilis cuando nos dijo que no podía ir al registro civil el día de nuestra boda a hacer la traducción simultánea del juez (es obligatorio si no hablas turco), pero sabíamos que eso no sería un gran problema ya que mi nivel de inglés es alto y podía ir un traductor turco-inglés (está permitido si hablas muy bien otro idioma). Después fuimos al registro civil para enseñarle todos los documentos (yo quería quedarme tranquila) y pedir cita para el enlace. Mi marido decía que era un tontería enseñarle los documentos porque ya había ido él en tres ocasiones diferentes y les había enseñado una copia de mis papeles (los escaneé y se los mandé por mail) y le habían dicho las tres veces que eran correctos. Las tres mujeres que estaban allí miraron todo hoja por hoja, pasándoselas unas a otras, y tras un buen rato nos dijeron que estaba todo correcto, que ya podíamos relajarnos, y nos dieron cita para tres días más tarde si mal no recuerdo. Eso no nos hizo ninguna gracia porque a mi marido le dijeron una semana antes de yo llegar que el juez nos casaría al día siguiente de entregar los papeles, y con ese dato pedimos cita en el consulado español en Estambul para entregar el libro de familia turco tras la boda sin contar el lio del traductor y este último retraso. Con un mail, y gracias a la amabilidad del funcionario español que se encarga de los matrimonios en el consulado en Estambul, pudimos cambiar la fecha, pero a lo tonto lo tonto iban pasando los días...Menudo estrés.

Continuará...

7 comentarios:

Frigya - Eskisehir dijo...

Muy buena la explicacion para hacerse idea. Yo vivo en Estambul y mi novia es turca, y en un futuro proximo pensamos casarnos, pero la verdad, despues de leer como lo explicas se hace complicado pensar en empezar en el proceso.

Ginnie dijo...

Hola Frigya!,

No te desanimes, aunque parezca complicado todo es cuestión de organizarse y tener muchas ganas. Teneis una ventaja y es que vivis en Estambul y podeis acercaros al registro civil, consulado, etc. cada vez que querais sin salir de la ciudad. Respecto a tus papeles...hay muchas cosas que se pueden hacer a través de Internet, otras a través del consulado y si tienes familiares en España te pueden echar una mano. asi que lo dicho, si estáis convencidos...valor y al toro!.

Un abrazo muy fuerte y suerte!.

TONI dijo...

Hola corazón. Ni te imaginas lo que me estás ayudando. El año que viene me voy a casar con mi novio turco y si no es por tí no tengo ni idea de por donde empezar. Tu historia me da ánimos porque ésto es super difícil, trabas por todos lados. Un beso enorme y mil gracias, de verdad. Gracias gracias gracias

TONI dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ginnie dijo...

¡Hola Toni!.
Me alegro mucho que mi blog te haya servido para prepararte y también para animarte.
Mil gracias a ti por leerme y escribirme este bonito mensaje.
Mucha fuerza, mucho ánimo y mucha suerte.
Si tienes alguna duda no lo pienses y escríbeme un mensaje en cualquier entrada como has hecho y en cuanto pueda (lo antes posible) te contesto.
Un gran gran abrazo.
Ginnie.

Unknown dijo...

Sé que estos posts son antiguos pero desde hace siete meses tengo una relacion con un chico turco y bueno, quien sabe donde nos llevará la vida pero tu blog me ayuda mucho a plantearme ciertas posibilidades.
Muchas gracias!

Ginnie dijo...

Me alegro que te ayude mi blog aunque esté un poco caducado y abandonado, pero estoy aquí para contestar (o intentar) en cuanto puedo a vuestras preguntas y dudas.
¡Mucha suerte con tu relación!.
Un fuerte abrazo y gracias por leerme.